Adoptar un perro o gato implica tomar una gran decisión y responsabilidad. Los perros requieren tiempo para su cuidado y bienestar y eso lo debes tener en cuenta. Con los perros no se trata solo de ponerles comida y agua, ellos requieren actividad física diaria para evitar que presenten problemas de conducta.

De igual manera, requieren paciencia y compromiso en el proceso de educarlos, sumado a preparar nuestro presupuesto para cubrir sus necesidades de alimentación, vacunación, juguetes, accesorios, guardería y algunas visitas al veterinario; y todos los cuidados que requiere durante toda su vida. Adoptar es gratificante, pero debes estar completamente seguro y consiente de todo lo que implicará tu nuevo compañero.

Los cachorros por su parte son muy tiernos y hermosos. Podemos disfrutar de todas las etapas de su crecimiento y desarrollo hasta que lleguen a ser adultos. Pero este proceso requiere de mucho esfuerzo, ya que son bebes hasta el primer año, comerán varias veces al día, orinan y defecan en todas partes, lloran, ladran y mastican objetos de la casa sin razón alguna. Por esta razón es muy importante tener claro que debemos educarlos con paciencia, disciplina y dedicación para que respondan de la manera correcta.

Por su parte los Adultos, son más fáciles de educar, se adaptan a órdenes básicas fácilmente, si no las han adquirido antes, se amoldan fácilmente a la vida de sus nuevos dueños, a tus hábitos y reglas. La gran mayoría siguen siendo juguetones, pero no demandan tu atención las 24 horas, son más tranquilos y calmados que un cachorro. Sabrás perfectamente su tamaño, estatura y carácter.

Para terminar, tenemos los Abuelos, ¡que esto no te engañe! la vejez del perro no es una enfermedad, es solo una etapa más en la vida de ellos. Muchas personas se niegan a adoptar un perro abuelo por que se imaginan lo dolorosa que podría ser su muerte, pero adoptar un perro mayor puede ser una experiencia inolvidable. Unos años bien compartidos son mucho más importantes que el hecho que tenga que morir algún día.

Un peludo mayor, ya está educado, aprende a mayor velocidad porque entiende más rápido las órdenes y saben que hacer, y cómo comportarse para convivir con armonía en la casa. Son perros maduros y no requieren de tanto trabajo porque no necesitan de paseos largos o ejercitarse tanto como un cachorro o adulto. Son más calmados, dormilones y sedentarios por esta razón nos proporcionan más tiempo libre. Importante, hay que considerar que estos peludos son muchísimo más agradecidos que un cachorro porque conocen el abandono y el hambre.

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